El Tulipán, del género tulipa, es una planta herbácea proveniente de Turquía que pertenece a la familia de las Liliáceas. El nombre «tulipán» proviene de la palabra «dulban», que significa en turco turbante, haciendo referencia a la similitud entre sus formas.
Este ejemplar es ideal para la ornamentación de los jardines y se caracteriza por la gran belleza y atractivo de sus flores. El Tulipán es una planta bulbosa, entera, con hojas escasas, de color verde grisáceo, carnosas, que nacen en la parte baja de la planta y su tamaño decrece hacia la parte superior del tallo. La altura de esta planta oscila entre los 30 y 60 cm. dependiendo de la variedad de que se trate.
Sus flores pueden ser de varios colores diferentes, como ser amarillo, rojo, violeta, rosado, blanco, etc. Las mismas son simples, orientadas hacia arriba y están compuestas por seis pétalos.
Florecen a los 4 meses aproximadamente de haber sido plantados y durante 20 días. La época de floración es durante la primavera.
En cuanto a los cuidados básicos que requiere esta planta, para su óptimo desarrollo requiere recibir directamente la luz del sol por lo que debe plantarse en un lugar iluminado del jardín.
Por otra parte, el suelo para su plantación debe ser rico en materia orgánica, con buen drenaje para evitar que se encharque y dañe la salud de la planta, suelto y mullido. Se debe tener presente además que los tulipanes son muy sensibles a concentraciones demasiado elevadas de sal en el suelo. Esta planta debe mantener un alto nivel de humedad ya que de lo contrario se podrían provocar quemaduras en sus hojas.