Con la llegada del verano el jardín y la terraza necesitan un trabajo y cuidados más constantes. Las plantas, sufren el calor y las altas temperaturas, durante el verano, así como sufren el frío en el invierno.
Entre estas tareas que debemos hacer al legar el calor se destacan: un riego más frecuente, eliminar las malas hierbas, escardar, podar los setos y arbustos que han perdido la floración, y abonar el jardín.
En cuanto al riego, éste debe ser más frecuente y constante ya que el calor nos puede dejar sin plantas.
También es muy importante el césped durante esta estación. Los riegos deben ser abundantes como así mismo las siegas; es imprescindible una semanal pero no tan bajas como en primavera pues así se conserva la humedad del suelo y se evita que el sol seque las raíces.
A determinadas plantas de sombra, como Fucsias, Azaleas, Rododendros y Hortensias, debemos cubrirles la tierra para conservar la humedad. Podemos hacerlo con un manto de corteza de pino o de bolitas de arcilla.
En esta estación debemos sacar ciertas plantas al exterior, aquellas que estén en el interior debido a las bajas temperaturas de meses anteriores, pero teniendo especial cuidado de que no reciban directamente los rayos del sol; debemos situarlas a la sombra.
Otra de las actividades que debemos llevar a cabo es el abonado. Este debe ser en aportaciones quincenales en primavera y otoño. Para prevenir las plagas, lo más aconsejable es aplicar fungicidas cada 10 o 15 días. Por otra parte, también debemos realizar ciertas podas, como Pothos y Philodendros, y podemos hacer nuevas plantas con lo esquejes cortados.