El Haya es una árbol nativo de Europa, de las zonas centro y oeste, que pertenece a la familia de las Fagáceas y es utilizado como planta ornamental, así como también en forma de setos. Su nombre científico es «Fagus sylvatica» y deriva del latín: Fagus quiere decir «comestible», refiriéndose al fruto que se conoce en castellano como hayuco; mientras que Sylvatica, también proviene del latín y significa que crece en los bosques.
Es un árbol de hoja caduca, de gran porte, con una longevidad de aproximadamente 250 años, aunque puede vivir hasta los 500 años en circunstancias excepcionales.
EL Haya es un árbol rústico, de crecimiento lento, que puede llegar a medir hasta 40 metros de altura y posee una corteza lisa de color gris y un tronco es largo y regular.
Cuenta con hojas alternas con nervios bien marcados, de forma ovalada, de color verde oscuro y brillante que en otoño se tornan amarillas. Sus frutos, llamados hayucos, son comestibles y están recubiertos por una cúpula espinosa que cuando maduran se abre en 4 valvas.
El Haya posee flores masculinas y femeninas que crecen en racimos separados sobre el mismo árbol; las primeras se presentan en racimos colgantes redondeados con 15 flores pequeñas cada uno, y las femeninas se sitúan por encima de las anteriores y se presentan en un número más reducido.
Este árbol no soporta bien los calores excesivos, así como tampoco los fríos intensos por lo que debe ser protegido en ambas situaciones. Requiere suelos neutros y arenosos, y su situación debe ser a pleno sol o semisombra y se multiplica por semillas.