La primavera es un buen momento en el que poder hacer muchas labores en el jardín como por ejemplo dividir las plantas. Esta operación implica partirlas en dos o más secciones, pudiendo ser el objetivo tener más, evitar que estén muy apretadas en su maceta o para mantenerlas saludables.
¿Cómo dividir las plantas?
Lo primero que hay que hacer es examinar con mucho cuidado la planta, lo que se busca es saber si la planta cuenta con buenas condiciones de raíz. Esto quiere decir que solamente se podrán separar las plantas si tienen las raíces desarrolladas, más en extensión que en profundidad y donde sus brotes también tienen raíces.
Comenzaremos regando unas horas antes la maceta o lugar donde se encuentra la planta que vayamos a dividir. De esta forma evitaremos que la tierra no se desprenda del todo cuando retiremos la planta. así expondremos menos a las raíces.
Tras ello, la desenterraremos con cuidado y dividiremos las raíces en dos o más secciones, procurando separar cada grupo de hojas con su sistema de raíces. Para ello se pueden utilizar las manos, aunque en las plantas de especies más grandes se tendrá que utilizar un cuchillo.
Al igual que una operación quirúrgica, los materiales que vayamos a utilizar deben estar limpios. Para ello basta limpiarlos con agua y un jabón neutro.
Una vez hechas las separaciones, retiraremos el exceso de tierra y eliminaremos cualquier follaje muerto o enfermo y volveremos a plantar en la maceta o jardín. Hay que recordar evitar exponerlas al sol dado que hasta que enraícen de nuevo serán más débiles.
El espacio donde van a estar debe contar con un buen sustrato y que esté bien compactado para evitar la entrada de aire. Se debe regar con bastante moderación y para terminar algo muy importante, estas plantas no pueden ser abonadas con fertilizantes químicos al menos hasta que pase un año. ¿Te animas a hacer esta operación?