El Cyclamen Persicum es una de las plantas más decorativas de esta época teniendo en cuenta que en otoño-invierno no hay demasiada variedad con flores.
Su momento de floración es a final de invierno, pero actualmente, dadas las técnicas de invernaderos podemos disfrutar de ellas desde Otoño.
Como su nombre indica proviene de Persia y Oriente Medio y pertenece a la familia de las Prinuláceas. Es un tubérculo y por tanto es una planta que puede durar varios años, ya que fuera de la época de floración se mantiene en reposo.
Es recomendable, una vez acabada la floración (cuando las flores y las hojas se mustian y desaparecen) cambiarles la tierra, poniéndoles una mezcla de turba y tierra abonada para que quede esponjosa. Además, la colocaremos en un lugar apartado y sombreado del jardín o la terraza esperando el momento en que «despierte», saque hojas y flores, para volver a colocar el tiesto en un lugar visible a fin de gozar de ella, pues es una planta muy vistosa.
Sus hojas tienen un color verde matizado en negros y amarillos con el envés rojizo o ligeramente claro. Las flores pueden ser rosas en varias tonalidades, blancas o rojas.
Riego
Es recomendable hacerlo por inmersión y no repetirlo hasta que vuelva a estar casi seca, ya que demasiados riegos podrían pudrirla.
Abono
Abonar cada 15 o 20 días con algún abono rico en nitratos y potasio.
Exterior
Su mejor situación es en exterior ya que viven mejor con el frío que con el calor. No necesita muchas horas de sol, aunque dado que en Otoño e Invierno éste no calienta demasiado, puede situarse al sol y de este modo adornará vuestras terrazas y jardines.
Interior
Hay tiendas que la venden como planta de interior. En este caso debe situarse en un lugar luminoso y alejada lo más posible de fuentes de calor (estufas,radiadores) pues se pone «triste»: las hojas se abren y las flores se tumban. Entonces es conveniente sacarla al exterior, pero la reparación es difícil y no volverá a estar igual que cuando la compramos.