Es un árbol caducifolio, de mediano porte, de crecimiento rápido, que puede alcanzar los 12 metros de altura y un diámetro de 8 metros. Su copa es ancha y redondeada, y sus hojas son grandes, de forma acorazonado-ovada, acuminadas, enteras, pecioladas, de 12-20 cm de longitud y de color verde brillante volviéndose amarillas a comienzos del otoño.
Se encuentra provista de flores acampanadas, dispuestas en panículas terminales, de 4-5 cm de longitud, de color blanco y con manchas que pueden ser de color amarillo, anaranjado o púrpura. La época de floración es a finales de la primavera o principios del verano. El fruto es una vaina grande y larga.
La reproducción de este árbol se realiza mediante semillas. Si bien no requiere suelos fértiles y con buen drenaje, lo ideal es que el terreno no esté demasiado seco. Tolera bien las heladas y los fríos intensos, y necesita recibir agua durante el verano. La Catalpa es un árbol muy cultivado en jardines y parques de todo el mundo, da bastante sombra y es perfecto para arbolar caminos.