Su nombre científico es Antirrhinum majus, y su nombre vulgar es: Boca de león, Dragonaria, Becerra, Conejitos, Dragoncillos, Gallitos, Gatos, Flor del sapo, Boca de conilla, Tarasca de jardín, y Morro de lobo. Es una planta originaria de Cuenca del Mediterráneo y pertenece a la familia de las Escrofulariáceas (Scrophulariaceae). œmajus proviene del latín, maius que significa œmayor y alude al tamaño de las flores en relación con otras especies similares.
Es una planta herbácea a semiherbácea, perenne, anual o bianual, que puede medir hasta 1.5 m de altura. Posee tallos altos, erectos y leñosos, y sus hojas son opuestas o en grupos de tres, elíptico-lanceoladas, atenuadas, enteras, lampiñas y miden entre 5 a 7 cm. de largo.
Es una planta muy cultivada en jardines debido a la belleza de sus flores. Las mismas se encuentran reunidas en racimos terminales, poseen una bráctea ovalada bajo cada flor y pedúnculos muy cortos, son hermafroditas, zigomorfas, de gran tamaño, y de colores variados: blanco, amarillo, anaranjado, rosado, violeta, rojo, etc. Florecen desde primavera a otoño, dependiendo de la fecha de siembra. El fruto es una cápsula que al madurar se endurece y se abre en la parte superior.
Boca de león, cuidados
Es una planta de fácil cultivo; la situación ideal es a pleno sol, aunque se adaptan bien a la semisombra. Debe ser protegida de las heladas y los fríos intensos, y el suelo debe ser suelto y fértil y estar bien drenado. En cuanto al riego, éste debe ser regular, aumentando su frecuencia durante los meses de verano.