Ya ha llegado la primavera y es posible que vayas a plantar ahora algunas plantas pero, en realidad, ¿sabías que en primavera las plantas tienen que hacer una doble función? Por un lado han de adaptarse a un nuevo entorno y desarrollar rápido las hojas, las flores y todo ello en un tiempo récord para estar listos cuando llegue el calor del verano y la humedad.
Es por eso que sembrar en otoño es algo más beneficioso que hacerlo en primavera. De hecho, se dice que las raíces de las plantas crecen más en otoño y a la planta le da tiempo de adaptarse al nuevo lugar donde está.
Algunos datos interesantes de plantar en otoño
- Más del 75% del crecimiento de las raíces las plantas se producen en otoño. Esto ya nos dice que vas a lograr un mejor asentamiento de la planta en otoño que en primavera.
- El suelo es más caliente en el otoño que en primavera. Esto es debido a que, como ha pasado el verano, el suelo aún conserva su calor. En primavera estará frío del invierno.
- Las raíces siguen creciendo, siempre y cuando el suelo no se congele, porque si lo hace entonces sí que puede sufrir algún problema la planta.
- Las plantas crecen mejor en primavera con un sistema radicular bien establecido. Y ese sistema en las raíces lo conseguirá si la planta ha sido plantada antes.
- Las plantas están mejor equipadas para manejar la sequía y las condiciones extremas de la temporada siguiente. Cuanto más tiempo lleven asentadas, mejor soportarán las condiciones.
- Las plantas usan menos agua en el otoño a medida que se establecen. Esto es porque, como ya están más asentadas, entonces buscan ellas sus propios nutrientes de la tierra y del entorno, lo que consigue que no necesiten tanta agua.