Una de las plantas de interior que podemos tener en casa se llama Ardisia, una planta colorida porque tiene tonalidades verdes y rojas, pero también complicada de tener porque es bastante delicada en ciertos aspectos.
La Ardisia es una planta que no tolera el sol, de hecho tiende a quemarse si el sol le da, así que hay que ponerla siempre en un lugar de sombra o detrás de una cortina para que no le de la luz.
En primavera hay que transplantarla siempre de tiesto a uno mayor porque es cuando tiende a desarrollarse y es bastante rápida y concisa en ese tema, es decir, que crece con rapidez.
El inconveniente es que es propensa a las plagas, sobre todo a las de los pulgones y la cochinilla algodonosa, dos plagas que pueden llegar a acabar con la planta, por lo que hay que tenerla muy vigilada.