Lo primero que te comento sobre los arbustos olorosos es que no los pongas cerca de una ventana que tengas mucho tiempo abierta a lo largo del día porque, a la larga, el olor se convierte más en una carga que puede producirte hasta dolor de cabeza.
Si es cierto que está bien el hecho de que se tenga un olor agradable en el jardín pero cuando éste es muy intenso el cuerpo reacciona queriendo eliminarlo de su olfato y acabarás quitando la planta.
Para que eso no ocurra lo mejor que puedes hacer es colocar los arbustos olorosos un poco alejados de la casa de tal forma que desprendan olor pero no el suficiente como para ser empalagosos.
En base a su olor, los arbustos pueden desprenderlo bien a través de las hojas o bien a través de las flores.
Arbustos de hojas aromáticas no hay muchos pero los más conocidos son: el Caryopteris clandonensis, la Escallonia macrantha, el Laurus nobilis, el Phlomis fruticosa, el Rosmrinus officinalis, la Santolina y la Skimmia japónica. Son arbustos grandes que has de dejarles su espacio.
En cuanto a arbustos de flores olorosas, que hay muchos la verdad, algunos son: rosales, Syringa, Viburnum bodnantense, Abelia chinenesis, Lonicera fragantísima, Magnolia grandiflora, Philadelohus, etc.
Cada uno de estos arbustos tiene sus cuidados específicos y otros de modo general. Al ser un arbusto, y que éstos suelen desarrollarse bastante rápido, te recomiendo que mejor les dejes su espacio aún cuando veas demasiada tierra de por medio con otras plantas. En cuestión de meses si todo va bien seguro que se expande.
Eso sí, nunca mezcles demasiados olores porque la combinación de olor puede no resultar la mejor a realizar y obtendrás un olor que no soportarás.