La Anémona japonesa es una planta muy atractiva por sus flores que pertenece a la familia de las Ranunculáceas (Ranunculaceae). Su nombre científico es «Anemone japonica» y es originaria de Japón e introducida en Europa en la primera mitad del siglo XIX. En la etimología Anemone procede de la palabra griega anemos, que significa viento.
La Anémona japonesa, junto con otras 120 especies aproximadamente, componen el género Anemone. Se trata de una planta vivaz, herbácea perenne, resistente, de tallos erectos y muy ramificados, que puede llegar a alcanzar el 1,5 metros de altura, y de crecimiento rápido. Está provista de hojas dividas, redondeadas, compuestas de segmentos lobulados y dentados, y de color verde oscuro.
En cuanto a sus flores, las mismas se sitúan en los extremos de los tallos alargados y son de gran tamaño; pueden ser simples o dobles, de color blanco o rosa, con los estambres de color amarillo fuerte, y muy bien formadas. Estas últimas aparecen desde finales del verano hasta mediados del otoño y es una especie de floración prolongada.
Es una planta muy utilizada para alegrar jardines y balcones, así como para formar ramos con sus flores. Su situación ideal es a pleno sol o semisombra, y su riego debe ser frecuente para lograr que el terreno esté siempre húmedo. Se multiplica por división de la macolla en primavera o en otoño.