La Amapola es una planta herbácea, de porte bastante pequeño, no crece más del medio metro a partir del suelo; su tallo es bastante recto y velludo, está constituido por numerosos pelos rectos. Comienzan a florecer en primavera acompañado claro de las primeras lluvias de temporada.
Es originaria del Extremo Oriente y que llegó por los puertos a otros países como una contaminación de otros granos y semillas que procedían de aquellas tierras, asentándose con éxito en terrenos ricos en nitrógeno y campos abandonados. Estas plantas no requieren un cuidado especial al menos son muy resistente y sobre todo en su ambiente climático.
La temporada de floración tiene lugar en primavera y verano. Las flores nacen de un capullo que hasta su maduración está como caído, mirando al suelo, posición que se regulariza al florecer, quedando totalmente erguido. Para fines medicinales se prefiere recoger la hoja; esta tiene un sabor amargo característico, muy fuerte y persistente. Las hojas son levemente venenosas para los animales herbívoros.
Empleo para su aplicación medicinal:
Infusión: Dos gramos de pétalos desecados se ponen en contacto con un cuarto de litro de agua hervido y caliente; se deja en contacto tres minutos, pudiéndose tomar hasta tres veces al día. También se puede preparar para aplicar sobre párpados y como baño ocular.
Es muy importante aclarar que la Amapola Papaver rhoeas se diferencia de la Amapola Papaver somniferum esta ultima lleva grandes concentraciones de alcaloides por lo que es restringido su siembra e incluso se han firmado acuerdos internacionales para erradicar su cultivo ilegal hay dos países que tiene hasta un 90% del cultivo ilegal del mundo, estos son; Afganistán y Myanmar (Birmania).