El alpiste es un cereal que pertenece a la misma familia que el trigo, la cebada o la avena; una gramínea de la familia de las poáceas con la que generalmente solemos alimentar a los canarios domésticos. Nos gustaría, sin embargo, dedicar el post de hoy a este pequeño grano, al que no solemos hacer mucho caso, para poner de relevancia algunas de sus propiedades alimenticias y medicinales.
El alpiste es un cereal rico en proteínas vegetales, con un aporte extraordinario de fósforo y calcio, además de vitaminas del grupo B. Contiene Lisina, que es un aminoácido esencial que no puede ser sintetizado por nuestro organismo, que además de proporcionar antioxidantes ayuda a asimilar el calcio y a metabolizar las grasas. Además, el alpiste contiene ácido glutámico, otro ácido esencial necesario para el funcionamiento de órganos tan importantes como el riñón, el hígado, el páncreas o el estómago.
Entre las propiedades del alpiste podemos enumerar:
- Ayuda a asimilar el calcio.
- Es un antioxidante celular.
- Ayuda a disolver las grasas, por lo que es un aliado cuando queremos corregir problemas como el colesterol, la celulitis, la hipertensión o el sobrepeso.
- Es un potente diurético, que ayuda a desintoxicar el sistema renal e intestinal.
- Es antiinflamatorio, sobre todo del sistema digestivo.
El alpiste se puede sembrar directamente en macetas, a unos dos centímetros de profundidad, o dejando germinar las semillas. No conviene regarlo en exceso, solamente hay que procurar que la tierra está húmeda y cuando haya alcanzado una altura de entre 15 y 30 centímetros, regar cuando ésta se seque, procurando mantener la planta a una temperatura de entre 10 y 25 grados.
La mejor época para la siembra es el otoño, que dará espigas que podremos cosechar durante el verano.
Para utilizar el alpiste como alimento es recomendable tomarlo en bebida, dejándolo macerar en agua al menos ocho horas. También se puede tomar en infusión.