La festividad del equinoccio de verano es una buena excusa para hablar del uso tradicional de las plantas en rituales mágicos paganos. El culto a la tierra y al acontecer de algunos fenómenos relacionados con ella, es una práctica que ha acompañado al hombre desde prácticamente el origen de su existencia. Con tal fin, se celebraban no solo festejos de exaltación de los elementos, sino todo tipo de rituales y pociones para atraer la suerte y alejar los males.
Es ahí donde nuestras plantas cobran un protagonismo especial. Hoy en día, todavía son muchas las personas que las utilizan con fines supuestamente mágicos, pero, ¿cuáles son las plantas a las que se les atribuye mayor poder? Veamos algunas de las más usadas y sus principales usos:
Muérdago: La empleaban los antiguos druidas y los celtas para proteger sus hogares, como amuleto protector de las personas y del amor.
Ruda: Era utilizada para combatir el mal de ojo y protegerse de encantamientos.
Ajenjo: Se empleaba para invocar a los espíritus y la manifestación de los muertos, desarrollar poderes ocultos y suscitar los sueños proféticos.
Albahaca: Alejar los problemas sentimentales, facilitar la conciliación entre partes, evitar disputas entre pareja e incrementar la potencia sexual.
Verbena: Para ayudar a las parturientas y calmar dolores; atraer la prosperidad económica y protegerse contra el mal.
Hierba de San Juan: Florece justo ahora. Era emplea para limpiar lugares endemoniados, pues aleja a los espíritus malignos
Artemisa: Se pensaba que tenía el poder de proteger a los viajeros durante sus travesías. Estaba vinculada a la mujer, protegiéndola de innumerables males.
Hiedra: Para atraer el amor y la fertilidad. Los antiguos sacerdotes griegos la tomaban para entrar en trance y contactar con los espíritus del hades.
Mandrágora: Excitante sexual. Ayuda a prosperar los negocios. Se empleaba como narcótico alucinógeno, tomado en dosis bajas Se pensaba que era una planta potenciadora de los poderes humanos.
Palo Santo: Se quemaba para limpiar los espacios de energías negativas, dado que su humo era dulce y agradable. Muy utilizado en multitud de rituales como incienso.