Incluir árboles frutales en el jardín es una excelente idea, ya que además de poder satisfacer las necesidades de frutas de la familia, tienen un gran colorido y aroma que transforman al jardín en un lugar más agradable. Estos árboles tienen un gran valor ornamental, principalmente durante su época de floración y de obtención de frutos. Son plantas muy útiles y también sumamente prácticas.
Los árboles frutales tienen una gran ventaja frente a los vegetales y es que producen durante muchos años. Otra característica de estos árboles es que ofrecen sombra, así como también madera y son soporte para muchas plantas trepadoras.
Pueden ser ubicados en el jardín de diferentes formas, como ser en grupos de varios ejemplares, aislados unos de otros, en hileras de árboles, en macetas, etc.
Previamente a la planificación del cultivo de árboles frutales se deben tener presente ciertos aspectos referidos a cada especie en particular para decidir cuales se ajustan más a las dimensiones de nuestro jardín y también a nuestras preferencias. Algunos de esos aspectos pueden ser: los cuidados que requieren para su mantenimiento, la frecuencia de riego, el color de los frutos y la cantidad de ellos, así como las condiciones climatológicas de cada especie, entre otros.
Todas las especies necesitan ciertos cuidados básicos entre los que se encuentran recibir mucha luz durante su crecimiento, permanecer en un clima cálido con temperaturas elevadas y ser cultivados en suelos que faciliten el drenaje del agua. La mejor época para plantar este tipo de árboles va desde el otoño hasta la primavera.
