Su nombre común o vulgar es Alhelí de invierno, Alhelí encarnado, Alhelí cuarenteno, y su nombre científico es Matthiola incana. El Alhelí es una planta muy cultivada en macetas y jardines debido a la gran belleza de sus flores; pertenece a la familia de las Crucíferas (Cruciferae) y es originaria de la cuenca del Mediterráneo, Asia central y Sudáfrica.
Se trata de una planta herbácea bianual, perenne, de tallo erecto y leñoso en la base, que pueden legar a alcanzar los 80 cm de altura. Las hojas son enteras, oblongas, lanceoladas, de tono verde grisáceo, pubescentes, alargadas, estrechas y se encuentran agrupadas de forma densa.
Está provista de flores reunidas en racimos terminales sostenidas por pedúnculos, miden hasta 40 mm de diámetro, son muy perfumadas y de color púrpura, rojo, lavanda, rosa, violeta, azul, blanco, o mezcla de las anteriores. Dependiendo del cultivo, éstas podrán ser simples o dobles. La floración se produce en primavera y principios de verano. El fruto es una silícua en forma de varilla que contiene numerosas semillas en su interior.
El suelo para su plantación debe ser fértil y con buen drenaje; su situación ideal es a pleno sol o a sombra parcial; es muy resistente a las sequías. El riego debe ser regular, dos veces a la semana. Se multiplica mediante semillas en verano.