La ipomoea alba o madreselva es una planta trepadora de floración nocturna, originaria de las selvas tropicales de centro y Suramérica.
Pertenece a las Convolvulaceae, una familia de campánulas de rápido crecimiento, que se cultiva con función ornamental para cubrir muros, tapiales y pérgolas.
Tiene raíces tuberculosas y tallos finos y leñosos que pueden alcanzar los dos metros de altura. Se agarra a las superficies mediante zarcillos y sus hojas, de color verde intenso, tienen forma acorazonada y un tamaño que puede medir entre los 5 y los 15 centímetros de longitud.
Florece en primavera y verano, campánulas blancas de hasta 10 centímetros de diámetro, cinco pétalos unidos e intenso aroma perfumado. En climas cálidos, pueden continuar floreciendo incluso durante el otoño.
Lo más curioso de esta planta, como ocurre con otras muchas, es que sus flores cierran durante el día y abren por la noche. Esto es debido a que ofrecen su polinización a insectos nocturnos.
Necesita climas templados y riegos abundantes, aunque sin encharcamientos. Prefiere suelos arenosos y sol o semi-sol, pero luz abundante.
Se recomiendan las podas para guiarla y despuntes, a principios de primavera, despuntes para estimular el crecimiento.
Puede ser atacada por escarabajos, orugas y algunos hongos, por lo que conviene vigilarla.
Se multiplica por esquejes en verano, o por semillas, que habrán de sembrarse al terminar el invierno, a una profundidad algo inferior a un centímetro.
