El árbol de la vida

No, no es que me haya equivocado con el título o quiera contarte una leyenda, en realidad quiero hablarte de un árbol, uno cuyo nombre científico es Thuja o Platycladus orientalis, pero que se le conoce comúnmente como el árbol de la vida.

El origen de este árbol es China aunque ahora se cultiva en muchos más países como Asia, Corea, Japón, Irán, etc. Puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura y su desarrollo es lento (es decir, tarda tiempo en poder crecer hasta su máximo esplendor).

Es un árbol que se caracteriza por un follaje entre verdoso, amarillento o marrón según el espacio que tenga para desarrollarse. También has de tener cuidado con sus raíces porque le gusta un suelo profundo y las raíces se expanden bastante por lo que no es recomendable plantarlo cerca de casas, piscinas u otros lugares que puedan verse afectados por las raíces.

Cuidados del árbol de la vida

El árbol de la vida es una planta que le gusta mucho el sol y tolera las temperaturas bajas. Dependiendo de dónde esté y la temperatura de la zona es cuando tendremos un follaje de un color u otro.

Sobre el riego lo cierto es que no requiere mucho, con una o dos veces a la semana, depende del calor que haga, es más que suficiente. En invierno puedes regarlo cada 10 días o así para evitar que se hiele el agua y afecte a las raíces.

Lo que sí vas a necesitar es que el suelo esté húmedo y bien drenado ya que, de lo contrario, no conseguirás que se desarrolle bien. Por eso la zona donde esté el árbol ha de estar bien abonada (no te digo todo el año pero casi) y con una tierra que sea rica en nutrientes.