Uno de los factores a tener en cuenta en el jardín exterior, porque dentro es más difícil que ocurra, es el hecho del viento sobre las plantas del jardín. Ese viento, cuando sopla suave, puede ser un beneficio para las plantas, por ejemplo en verano, porque al agitarlas les permite que el sol llegue a todas sus hojas o aliviarlas un poco del calor sofocante, siempre que el viento no sea también caluroso.
Sin embargo, también el viento puede causar estragos en las plantas y ha de ser tenido cuando la velocidad aumenta porque no es bueno, y puede llegar a destrozar árboles, arbustos o frutas. Por ejemplo, si el árbol está con los frutos pequeños, un viento fuerte puede hacer que se le caigan, bien unos pocos, que sería la ley del más fuerte, o bien todos ellos, con lo que perderías todo y ese año no habría frutas del árbol.
En el caso de árboles y arbustos el viento puede arrancarle las hojas o incluso romper ramas finas (o gruesas, depende de la intensidad). Y en macetas puede tirarlas y romperlas haciendo que la planta sufra mucho (porque le seca las raíces y eso no es bueno.
En caso de que sepas de un temporal de viento en tu ciudad lo mejor es proteger las plantas para evitar males. En el caso de las macetas lo mejor es atarlas a algún sitio que sepas no va a moverse por el viento y a ser posible cubrirlas con un plástico para que no les pase nada a sus ramas ni a las hojas.
En cuanto a los frutales lo mejor sería cubrirlos con algo pero si son muy grandes no hay mucho que se pueda hacer.
