Un grupo de investigadores del centro VIB-UGent, en Bélgica, en colaboración con científicos estadounidenses, han descubierto un gen que tiene la capacidad de aumentar notablemente el crecimiento de las plantas e incluso aumentar el rendimiento de las semillas en el maíz.
Este gen se llama PLASTOCHRON1 (ZmPLA1) y los resultados de la investigación demuestra que puede aumentar el crecimiento del maíz entre un 10% y un 15% según se revela en la publicación científica Nature Communications.
Los investigadores demostraron que modulando este gen, que codifica una proteína de transporte que se conoce como citocromo P450, se consigue el aumento del crecimiento de los órganos, vigor de las plántulas, rendimiento de las semillas y la biomasa de los tallos.
El profesor Dirk Inzé, uno de los más conocidos investigadores en este ámbito: «usando la hoja de maíz como modelo de investigación, hemos hecho diferentes contribuciones para poder desentrañar los procesos de crecimiento de la planta. Demostramos que la investigación básica sobre cómo crecen las hojas pueden proporcionarnos una visión sin precedentes acerca de cómo mejorar los cultivos del maíz».
Después de realizar esta modificación, las plantas del maíz resultaron ser bastante más robustas, habiendo mejorado el rendimiento en muchas especies diferentes y sembradas en varias ubicaciones en varias temporadas.
También se demostró que hubo un importante crecimiento en la hoja del maíz, manteniendo las células en división dentro de un estado proliferativo y prolongada del crecimiento. Además, tiene la capacidad de ayudar a reducir la reducción de la tasa de crecimiento provocada por los diferentes tipos de estrés ambiental a los que suele estar sometida esta planta.
Esto es tan solo uno de los muchos pasos que se están dando actualmente en los estudios sobre las plantas. No se descarta que se consiga descubrir un gen o un tratamiento que las haga más robustas ante las inclemencias climáticas o algunas plagas, aunque eso podría desestabilizar el orden natural de las cosas. ¿No creéis?
