De las muchas plantas que tenemos en el mundo, una de las que más me ha impresionado su flor (y verla de verdad tocándola es algo muy hermoso) es la Amarilis, también llamada Hippeastrum), una planta muy parecida en cuanto a sus flores a las azucenas, pero con mucha más vistosidad.
Las Amarilis provienen de América central y dan colores desde el rojo carmesí hasta el blanco (mientras que los centros son amarillos). Suelen florecer en primavera y se adaptan bien tanto a interior como a exterior.
Sus necesidades son:
- Luz intenta y calor. Le gusto el sol así que hay que ponerla donde le de el sol.
- Riego moderado (al menos hasta que aparecen las yemas), una vez aparecidas necesita mucha agua.
- Nace a través de bulbos que se han de plantar hasta la mitad.
- Una vez florecida no hay que cortar los tallos de las flores hasta que se seque la flor.
- En otoño apenas hay que regar la planta y lo mismo en invierno (pasa a un estado de letargo).
