A menudo nos hacen consultas acerca de cómo regar los bonsáis. Hay personas que los sumergen completamente en agua y otras que lo hacen añadiéndola al sustrato. El caso es que los amantes de esta preciosa planta se preguntan a menudo si lo hacen de la forma correcta.
Los bonsáis son plantas que mediante diferentes técnicas de cultivo, han visto reducido considerablemente su tamaño. De hecho, hay árboles gigantescos, como el ficus que como bonsái, apenas levantan unas decenas de centímetros.
El bonsái es una planta delicada, que necesita dedicación. Regar los bonsáis es una de las tareas que hay que realizar con mayor cuidado para mantenerlos en buenas condiciones.
Hay diferentes técnicas para regar los bonsáis pero, sobretodo, se utilizan las dos que hemos citado anteriormente:
Riego con regadera: procurando verter el agua con suavidad, como si fuera lluvia. Hay que regar desde las hojas al sustrato, mojando también el tronco. La cantidad de agua debe ser abundante, hasta que la maceta la expulse por los orificios de drenaje.
Riego por inmersión: es la forma más habitual de regar los bonsáis. Consiste en sumergir la planta en un recipiente con agua, hasta que rebase la superficie de la tierra. Hay que dejarla sumergida varios minutos, hasta que deje de burbujear. Para esta técnica habremos de asegurarnos de que la maceta cuenta con un buen drenaje, y alternarla con el riego por regadera.
En cualquier caso hay que utilizar agua destilada o de lluvia, o dejar el agua del grifo reposar entre 24 y 48 horas.
También conviene pulverizar semanalmente las hojas.
Pingback: 3 plantas beneficiosas para tener en el trabajo - www.plantasyjardines.es