Quien tiene césped sabe todos los cuidados que hay que prodigarle para poder mantenerlo siempre en perfecto estado. Y aún así siempre hay alguna zona que nos da problemas y nos hace desesperarnos porque, hagamos lo que hagamos, al final no conseguimos un césped completo o bien parejo por completo. Por eso muchos deciden experimentar con otras plantas como por ejemplo el musgo.
Siempre se dice del musgo que crece en zonas donde haya humedad pero también, por si no lo sabes, el musgo es síntoma de tener buena salud la tierra. Si mal no recuerdo, cuando estudiaba historia en el colegio y tratábamos la agricultura se decía que las tierras eran divididas en tres partes que se iban alternando año tras año. En las dos primeras se cultivaba pero en la tercera se plantaba musgo ya que era una planta la cual nutría a la tierra y la hacía más fértil para, al año siguiente, usarla de tierra de cultivo e ir rotando.
Así pues, el musgo se puede usar como césped y, al tener 600 especies, tenemos dónde elegir (solo unas cuantas son aptas para césped, no todas ellas). Normalmente el césped se queda corto y rara vez hay que cortarlo porque el musgo no crece mucho aunque suele ser más duro que el césped habitual y no podremos acariciar mucho su textura (es suave pero corta).
Este tipo de césped solo podrías ponerlo donde hubiera sombra y humedad (sobre todo en el ambiente) pues son dos de los requerimientos del propio musgo.
También has de saber las consecuencias de tener como césped el musgo porque no todo es bueno, también tiene sus inconvenientes además de sus beneficios en la zona donde se coloque. Eso te lo contaré en un próximo artículo.