La luz natural y las plantas

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Como ya sabemos, la es uno de los elementos imprescindibles para la vida de las plantas. Gracias a ella pueden procesar los diferentes nutrientes que toman del suelo y también convertirlos en alimento.

No todas las luces son iguales

Hay que tener en cuenta que no todas las luces son iguales, así como que todas las plantas no necesitan la misma clase de luz. Lo que sí es importante es la luz natural, más que cualquier otra, pero también cuáles son las consecuencias del exceso o de la falta de luz.

Las plantas requieren de luz para la realización de la fotosíntesis, un proceso que como ya sabemos obtienen su alimento. Asimismo, sus necesidades van cambiando dependiendo de la especie. Por ejemplo, hay algunas que necesitan una gran cantidad de luz. Aunque hay otras especies que con muy poco les es suficiente.

La mejor luz es la natural

La luz más intensa que hay es la natural y por esa razón es bueno intentar que todas las plantas, incluso aquellas que están en una zona de interior, puedan recibir su ración diaria de esta clase de luz, aunque solo sea durante unas horas cada día.

No se debe confundir la necesidad de que las plantas tengan de acceder a la luz natural con dejarlas expuestas a los rayos del sol. Esto puede ser peligroso porque puede deteriorar mucho a las plantas o incluso puede llegar a matarlas.

Asimismo la luz es diferente en función de diferentes factores. Por ejemplo, durante el verano, los rayos caen de manera más vertical, por lo que son más intensos. Las horas centrales son las más fuertes del día, más que por la mañana o por la tarde.

Este es un aspecto muy importante que debes tener presente siempre para cuidar tus plantas y que éstas tengan siempre el mejor aspecto posible.

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