La iluminación juega un papel fundamental en los jardines; tanto para destacar los rincones de gran belleza, como para permitir su aprovechamiento en aquellas horas que no cuentan con luz solar.
Un aspecto fundamental que debemos tener en cuenta a la hora de elegir la iluminación que utilizaremos es que ésta debe ser auxiliar, no protagónica; es decir que la atención de la luz debe estar en las plantas y arbustos, y nunca en las propias luces.
Los diferentes tipos de iluminación dependiendo del elemento a destacar son:
Iluminación ascendente: ilumina desde abajo hacia arriba y es utilizada principalmente para Árboles de gran tamaño, como ser las palmeras. Este efecto se logra mediante un spot colocado en el piso o mediante un reflector.
Iluminación descendente: ilumina desde arriba hacia abajo y es muy utilizada en sitios donde se desarrollan actividades nocturnas, como ser sobre una mesa, cerca de una parrilla, etc. Este tipo de lámparas se suelen colocar sobre aleros, enrejados o bien sobre un árbol.
Iluminación a contraluz: este tipo de iluminación consiste en crear un efecto bastante original que se logra iluminando alguna superficie plana, como puede ser un muro, de manera tal que sobre el mismo queden sombras.
Estas sombras pueden ser las ramas de un árbol cercano o bien la textura de un muro de piedra. Se puede utilizar para ello lámparas conocidas como wall washers, que por lo general van colocadas en alguno de los extremos del muro.
Iluminación puntual: ilumina algún elemento en particular como una planta, una escultura; para lo cual se puede utilizar un foco halógeno.