Según dice la botánica, las plantas crecen dependiendo de los nutrientes, agua y luz que van recibiendo y es cierto. Pero según un nuevo estudio se muestra que la genética de la planta puede ser un factor limitante real.
La importancia de la genética en las plantas
Tal como se afirma por parte de diferentes investigadores, esto es de gran importancia. Aseguran que podría tener muchas implicaciones muy positivas para la industria agrícola.
Los investigadores han declarado que la planta estudiada está en la misma familia que las coles. Según ellos es fácil imaginarse crear coles gigantes o hacerlas crecer hasta el tamaño deseado. Lo mejor de todo es que se podría hacer de una manera más rápida que la que tiene hoy en día.
Hace un tiempo se creía que el crecimiento de la planta estaba solo limitado a los recursos. Se pensaba que las plantas crecerían grandes a medida que realizasen la fotosíntesis. El equipo de investigadores ha descubierto que el crecimiento también está limitado a la regulación genética. Destacan la tasa de división celular, que tiene un papel muy importante en el control de crecimiento en las plantas.
La modificación genética de las plantas
Limitando genéticamente, se pueden alterar las señales para que la genética no se convierta en un límite. Cuando se alteran de manera genética los represores de crecimiento todo cambia.
Se cultivaron diferentes cepas de plantas a diferentes temperaturas para ver si se cambiaban los resultados. Cuando crecen a diferente temperatura, los investigadores descubrieron que hay una diferencia de tamaño entre las plantas salvajes y las modificadas genéticamente. Con ello se revela que los resultados pueden aplicarse a plantas de diferentes climas.
Aún hay que investigar mucho, pero este descubrimiento es algo muy importante. El descubrimiento podrá modificar las cosechas, haciéndolas más grandes, con los beneficios que ello reporta.
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