Macetas de barro
El barro es un material natural, estético y muy poroso; esto último hace que en climas cálidos se sequen rápidamente y por lo tanto las plantas en estas macetas pueden necesitar agua con mayor frecuencia. Por otra parte la porosidad ayuda a prevenir que la tierra se sature demasiado.
Las macetas que son de barro sin coser deben ser protegidas de las heladas o bien ser situadas en sitios protegidos, ya que debajo de los 0º éstas se agrietan y pueden romperse.
Las hay de dos tipos: las de acabado natural opaco, que tienen un aspecto muy rústico; y las patinadas, que mediante un proceso especial logran adquirir un brillo muy particular.
Estas macetas son relativamente caras y a la vez bastante más pesadas que otras macetas como ser las de plástico.
Macetas de plástico
Las macetas o jardineras de plástico, a diferencia de las anteriores, no son porosas y por lo tanto retienen mejor la humedad e incluso algunos modelos incorporan depósitos de agua con sistemas de auto-riego.
Además, estas macetas son económicas, livianas, más duraderas, se limpian con gran facilidad y las hay de una gran variedad de formas y colores.
No es aconsejable usarlas a pleno sol ya que pueden recalentarse demasiado y afectar a las raíces de la planta.
Macetas de madera
La madera es un material que se caracteriza por ser cálido y decorativo. Los recipientes de madera pueden ser jardineras, barriles, cubetas o canastas.
Entre las desventajas de este tipo de macetas, la principal es que deben ser protegidas de la humedad, se les debe aplicar algún sellador o barniz para impermeabilizarlas y un producto que conserve la madera.
Además de estas macetas existen otras de distintos materiales, como ser las macetas tijanas de fibrocemento, de hormigón, de cerámica y de metal.
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