Comúnmente a esta planta se la conoce como Aristoloquia, balsamina, candilejos, candiles, candilillos, farolitos. Su nombre científico es «Aristolochia baetica» y la familia a la cual pertenece es la de las Aristoloquiáceas (Aristolochiaceae).
Es originaria de África y habita en bosques y matorrales.
Etimológicamente Aristolochia proviene del griego aristos que significa excelente, y locheia significa nacimiento y se debe a su antiguo uso como ayuda en los partos. Por otra parte, baetica procede de la bética y se debe a que esta planta se distribuye por todo Andalucía.
Se trata de una planta perenne, herbácea, trepadora, siempreverde, con ramas filiformes y de porte medio. Los tallos pueden llegar a medir hasta 4 metros, son glabros y no nacen erguidos, sino que lo hacen en cualquier dirección. Está provista de hojas que brotan alrededor de todo el tallo, pecioladas, alternas, simples, enteras, coriáceas, y de forma acorazonada.
Sus flores son solitarias, hermafroditas, zigomorfas y axilares. El Periantio tubular tiene forma de «S» y es de color púrpura y finaliza en un limbo agudo. El fruto es una cápsula que mide entre 2 y 7 cm, y se abre por 6 valvas. Contiene numerosas semillas de color negro y forma acorazonada en su interior.