Alcachofera: Aparte de su empleo como alimento, la alcachofa arrastra una merecida fama de regularizar las funciones del hígado.
Su acción se debe a que sus hojas contienen cynaropicrina y cynarina. Se pueden comer las deliciosas cabezuelas preferentemente hervidas. También podemos tomar durante el día dos o tres tazas del caldo donde se cocieron.