Siempre que he tratado el tema del abonado he abogado por un abono orgánico frente a uno artificial, la mayoría de las veces porque los he probado ambos y los que mayor resultado me han dado han sido los orgánicos.
Dentro de los abonos orgánicos el que más me gusta usar, pero también el más oloroso y no apto para escrupulosos, es el estiércol de animal. Más concretamente el de ovejas, vacas, caballos, etc. En la zona donde yo vivo el que más se vende es el de caballos si bien es cierto el que mejor resultado da es del de ovejas, no se bien el motivo, pero cuando he tenido la oportunidad de usar ese ha sido con resultados más satisfactorios.
El estiércol es muy oloroso, y realmente es complicado de trabajar con él cuando tu olfato te dice que estás oliendo algo malo. Pero para las plantas es uno de los abonos orgánicos mejores que hay. Aunque no el único.
Siguiendo con otro tipo de abonos orgánicos, también puedes utilizar el guano, algo parecido al estiércol hecho de las defecaciones de aves marinas, focas y murciélagos. Es difícil de encontrar (donde vivo no saben ni lo que es) pero si estás en una gran ciudad quizás sí que des con él aunque el precio será más elevado que el estiércol normal.
El compost es otro de los abonos orgánicos que se pueden usar. Está hecho a través de la mezcla de desechos orgánicos de vegetales, animales, etc.
En base a este tipo de abono orgánico, yo siempre te recomendaría el estiércol. Mientras no se mueva demasiado el olor no es tan desagradable y lo que no has de dejar es que le llueva, porque entonces se apelmaza y el olor, por la humedad, hará que se desprenda más.
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