Aunque todavía queda bastante tiempo para que llegue el verano, nunca está de más estar preparados para prevenir las plagas que pueden aparecer en esta temporada. En este artículo vamos a compartir contigo tres de las más frecuentes.
Plagas de jardín frecuentes en verano
La cochinilla es una de ellas, pudiendo ser blandas o con armazón. No importa cuál sea la que ataque a las plantas de nuestro jardín, siempre forman diferentes protuberancias de color en los tallos, hojas y frutos de las plantas.
Se alimentan de los jugos de las plantas y producen una sustancia similar a la melaza en la que aparece la fumagina. Un árbol que esté infestado puede llegar a producir muchas cantidades de esta melaza, lo que atrae a infinidad de insectos como avispas, abejas, hormigas y moscas. Es importante utilizar un producto específico para acabar con ellas, por eso es recomendable consultar a los especialistas.
Los saltamontes también pueden aparecer como plaga en verano. Pueden parecer inofensivos pero cuentan con grandes mandíbulas y pueden arrasar con un jardín si hay un gran número de ellos. Se alimentan durante el día y podremos notar su presencia viéndolos o comprobando bordes irregulares de las hojas.
Finalizamos con la mosca blanca, la cual se alimenta succionando los jugos de las plantas y donde los adultos se alimentan de la parte inferior de las hojas. Uno de los problemas es que se reproducen rápidamente y si no frenamos esta amenaza pueden convertirse en un gran problema.
Uno de los signos de presencia de moscas blancas pueden ser hojas mordidas, atrofiadas o arrugadas. Su alimentación produce melaza, lo que origina la fumagina negra y atrae a hormigas, razón por la que debemos frenar su progresión en cuanto detectemos la presencia de esta plaga.
Es conveniente revisar de manera periódica todas las plantas del jardín y frenar rápidamente cualquier avance de las plagas.
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